Cómo mejorar la autoestima es una cuestión básica para mantenerse psicológicamente saludable y feliz. Para ello, primero es necesario detectar el problema de baja autoestima, que muchas veces se esconde detrás de comportamientos de timidez, de complacencia y de bondad.
En qué notamos que una persona tiene la autoestima baja?
- Piensa en negativo y generaliza: todo, nunca, nada, siempre. Por ejemplo “nunca hago nada bien”,“nadie me quiere”.
- Piensa que para que le quieran debe ser el mejor en todo.
- Piensa que es una persona limitada, defectuosa o con carencias.
- Cuando hace algo bien, piensa que es su obligación y no se lo valora.
- Se compara con los demás.
- Está triste, desmotivada, desilusionada y siente desánimo y pereza.
- Tiene mucho miedo a equivocarse y no se permite cometer errores. Se bloquea ante los desafíos.
- Nunca está satisfecha con sus resultados.
- Siente angustia y ansiedad.
- Tiene un gran sentido del ridículo y vergüenza.
- Siente una culpa excesiva.
- Desconfía de sí misma y de los demás.
- Siente envidia.
Estos pensamientos le provocan que
- En su relación con los demás, puede mostrarse demasiado inhibido, sumiso o demasiado agresivo.
- Engaña, miente y echa la culpa a otros.
- No innova, no se muestra creativo, porque no se atreve.
- Actúa con indecisión.
- Evita actividades para no equivocarse.
- Toma decisiones dominado por la opinión de los otros.
Cómo notamos que alguien tiene alta autoestima?
- Tiene pensamientos positivos y optimistas.
- Valora sus logros e interpreta los fracasos como una oportunidad para aprender.
- Piensa de sí mismo que es competente, capaz y valioso.
- Está contento, lleno de energía y se entusiasma con las actividades nuevas.
- Se siente motivado por aprender.
- Cuando tiene miedo no evita.
- No se siente débil por sentir tristeza.
- Suele estar tranquilo.
- Siente compasión.
Las personas con la autoestima alta
- Hacen amigos fácilmente, cooperan, empatizan.
- Buscan soluciones activas a los problemas.
- Actúna de manera independiente y autónoma.
- Piden ayuda.
- Tienen iniciativa.
- Son creativas.
- Se responsabilizan de sus cosas.
- Cuando se equivocan, son capaces de asumir sus errores.
- Se esfuerzan y son constantes.
MEJORAR LA AUTOESTIMA
Cómo puedo mejorar mi autoestima?
- Rodearme de personas que me devuelvan una imagen positiva de mí mism@.
- Detectar e ignorar los mensajes hostiles.
- No aceptar una crítica genérica (todo, nada, nunca, siempre) y pedir que concreten.
- Cuidar el lenguaje con el que me hablo.
- Hacerme responsable de mis actos.
- Buscar algo que me apasione hacer.
- Plantearme pequeños retos y, reforzarme y premiarme si los consigo o aprender de los errores si no los consigo.
- Dedicarme tiempo, hacer deporte, meditación, yoga, relajación…
- Ayudar a los demás.
- Reconcíliarme con mis emociones.
- Aceptar la tristeza como algo sano y natural (no significa que seas débil).
- Enfréntame al miedo y transfórmalo en valor (si lo evitas aumentará y te limitará).
- Aceptar que es imposible estar siempre a la altura. Humildad.
- No caer en la trampa de exigirme tener alta autoestima.
Cómo fortalecer la autoestima de los adolescentes y los niños?
Reforzarles y motivarles
- No escatimar en elogios:
- Se debe reforzar más el esfuerzo que el resultado final.
- Los elogios deben ser concretos, sinceros y contingentes.
- Es mejor utilizar mensajes desde mi punto de vista.“Has hecho un dibujo que me parece muy bonito.”“Me encanta tu dibujo.”
- Escucharles y responderles.
- Interesarnos por lo que sienten, piensan y hacen.
- Empatizar con sus emociones.
- Tratarles con respeto.
- Fomentar sus intereses y habilidades.
Guiarles
- Proporcionarles normas: pocas, claras, consistentes.
- Las críticas deben ser a la conducta, no al niño.
- En lugar de decir: “Eres malo”. Diremos: “Esto que has hecho está mal.”
- Enseñarles una manera alternativa de hacer las cosas.
- En lugar de decir: “No empujes la comida con el dedo.”Diremos: “Empuja la comida con el pan.”
Darles autonomía y responsabilidad
- Podemos asesorar, pero no actuar por ellos.
- Animarles a que tomen decisiones por sí mismos y que se hagan cargo de las consecuencias de dichas decisiones.
- Dar responsabilidades de manera progresiva y ajustada a cada edad.
- Darles la oportunidad de resolver sus problemas.
- Darles la oportunidad de fracasar.
- Responsabilizarles, no culpabilizarles.